Existe una tensión desde el momento que damos un par de pasos: se nos pasan por la cabeza todas y cada una de las cosas que nos dijeron, que nos advirtieron, las noticias que leímos, que escuchamos, las amenazas que recibimos, que vivimos. Pulso acelerado y respiración agitada, inevitablemente, hasta que llegamos.
Realidad...y ficción Para los que hayáis visto mi vídeo, os daríais cuenta de que yo salgo en el, ¿no? Pues lo hice con el motivo de reforzar la idea que pretendía transmitir, de reforzar esa observación... Y eso es la parte de ficción, y costó hacerlo seriamente por lo que vais a comprobar ahora, jajaja. Pero el resto es real, la gente que pasa sin más, la que tuerce la cabeza adivinad para qué: sí para observar, la que se gira hacia la cámara (extrañada, supongo) también. Incluso Stefanía estaba dibujando de verdad. Hechos reales. A tiempo real. "Al estilo Lumière".
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